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FE EN ACCIÓN

LAS POLÍTICAS DE BIDEN HAN DEJADO LA FRONTERA SUR FUERA DE CONTROL

Mientras el presidente Biden multiplicaba las excusas, una encuesta de abril del Washington Post/ABC News, mostraba que los estadounidenses creen que está cometiendo una torpeza con la creciente crisis en la frontera entre Estados Unidos y México. Los resultados reflejan otras encuestas, como las de Quinnipiac y AP-NORC. Según Morning Consult, la mayoría de los votantes registrados culpan a Biden, y no a la «migración estacional», del aumento de las entradas ilegales.

El presidente Biden creó este caos al poner fin a las políticas y programas de la era Trump que desalentaban la inmigración ilegal y al señalar con firmeza que su Administración acogería en el país a cualquier migrante que simplemente pidiera asilo. Ahora, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, ha dicho que Estados Unidos está en camino de ver el mayor aumento de migrantes en 20 años.

En marzo, el presidente Biden encargó a la vicepresidenta Kamala Harris que dirigiera la respuesta fronteriza de su Administración. Pero a finales de abril, Harris seguía ausente en la frontera y culpó al COVID-19 de que aún no hubiera anunciado sus planes de visita. Además, Harris sólo se reunió virtualmente con los líderes de México y Guatemala, pero insiste en que está trabajando en las «causas fundamentales» que provocan la inmigración.

El COVID-19 no ha impedido a Harris realizar otros viajes y está muy lejos de su enfoque en 2018 cuando, con gran publicidad, voló a la frontera para protestar contra las políticas de inmigración de Trump.

Esto deja esencialmente al Secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, con la tarea de alojar, proveer y reasentar a la gran avalancha de niños que llegan al país, una tarea que no puede lograr.

El representante Pat Fallon (R-TX) ha pedido al Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, que ponga fin a la desastrosa política de inmigración de la Administración Biden de atrapar y liberar, después de enterarse de que el Departamento de Seguridad (DHS por sus siglas en ingés) ordenó al Departamento del Sheriff de Texas que liberara a inmigrantes sospechosos de haber cometido delitos en las calles del distrito de Fallon. «No puedo quedarme de brazos cruzados mientras la gente del Departamento de Seguridad Nacional pone en peligro la seguridad de mis electores», dijo Fallon.

Sus preocupaciones se hacen eco de las del alcalde Don McLaughlin Jr. de Uvalde, en el sur de Texas, que declaró a Fox News: «En Uvalde, Texas, tenemos una media de 10 a 12 persecuciones de coches a la semana. Nunca habíamos visto eso antes. Esto es algo que estamos viendo todos los días. Nuestros rancheros locales tienen sus vallas cortadas, sus casas están siendo asaltadas, están tratando de robar sus coches. Es una locura».

La anarquía y el caos afectan a ambos lados de la frontera. Al sur, la crisis migratoria que se está produciendo está enriqueciendo a los cárteles criminales internacionales y a los contrabandistas, conocidos como coyotes, que cobran a los migrantes de Centroamérica por el paso peligroso e ilegal a través de México y hacia Estados Unidos.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador culpa a las políticas y la retórica del presidente Biden por la crisis fronteriza entre Estados Unidos y México, diciendo que la Administración Biden ha creado expectativas entre los potenciales migrantes. Mientras tanto, las comunidades fronterizas se esfuerzan por alimentar y alojar a una creciente avalancha de personas sin fin a la vista, los tan denostados agentes de la Patrulla Fronteriza tienen las manos ocupadas rescatando a adultos y niños por igual. Algunos llegan a las noticias nacionales, como el bebé de 6 meses que los agentes de la Patrulla Fronteriza rescataron del río Grande. Según KVEO-TV:

La madre pagó a los contrabandistas 3.500 dólares para cruzar el río Grande hacia los EE.UU. La madre fue asaltada por los contrabandistas en México, lo cual resultó en una pierna rota, según Olivarez.

La familia de dos personas cruzó el río en balsas junto con 67 adultos y 150 niños de Roma. Mientras cruzaban el río, el bebé de 6 meses salió despedido de la balsa.

Nunca oiremos hablar de la mayoría de las tragedias que se están produciendo ahora, mientras nuestro sistema de inmigración, que acababa de ser puesto en orden, desciende de nuevo al caos. Si la Administración Biden no consigue controlar la situación, el pueblo estadounidense y los inmigrantes sufrirán.