La Coalición de Fe y Libertad lanzó una campaña de educación al votante para las elecciones intermedias del 2018, con la finalidad de maximizar el voto conservador cristiano para puestos claves en el Senado y la Cámara. Esta campaña comienza desde el verano hasta el día de las elecciones, en donde esperamos lograr contar con su apoyo y oración.

Con su ayuda la coalición alcanzó a 181 millones de votantes cristianos en todo el país. Esto incluye a voluntarios de Fe y Libertad alcanzando a más de 3.7 millones de votantes de fe, al tocar más de 2.2 millones de puertas estando a la vuelta de las elecciones intermedias del 2018.

Las visitas a las casas se realizaron en 21 estados, enfocando nuestro alcance a votantes de propensión media-alta con una puntuación de calificación de 5 o más, así como a los votantes que según el análisis informativo, han sido identificados como evangélicos o católicos romanos que apoyan la vida en el vientre, al matrimonio tradicional y valores familiares. Con el uso de una aplicación en el teléfono que ubica a votantes de fe a través de un programa con una lista actualizada de votantes, un total de 2,236 voluntarios y 350 empleados pagados operando en 39 oficinas desde California hasta West Virginia, tocaron las puertas, dejaron literatura, repartieron guías para votantes y usaron un guión estratégico basado en inquietudes específicas, para interactuar con votantes.

Sumando a esa iniciativa masiva, Fe & Libertad alcanzó a unos 13.4 millones de votantes con literatura educativa directa a los buzones de casas, colocó más de 32 millones de promociones digitales en las plataformas de  redes sociales, envió 28 millones de correos electrónicos y mensajes de texto para motivar al votante cristiano a votar en su precinto. En los mensajes de texto le proveyó al votante enlaces a nuestras guías sin afiliación política, además de interacción con un programa de georeferencia para ayudar al votante a dirigirse a su precinto de votación. Voluntarios de Fe & Libertad realizaron un promedio de 450,000 llamadas, con el objeto de “impulsar el voto” durante la última semana de elecciones en una docena de estados claves, cubriendo así 32 distritos cruciales para el congreso de los Estados Unidos.