Pro Vida

“Los hijos son una herencia del Señor; los frutos del vientre son una recompensa”
– Salmo 127:3

El aborto detiene el latido del corazón y acaba con una vida humana inocente. La vida es un regalo de Dios y le ordenamos al gobierno que la proteja.

Aunque fue legalizado por la Corte Suprema en 1973, el aborto a pedido nunca ha sido fácil para la conciencia colectiva de los estadounidenses.

La Coalición de Fe y Libertad está trabajando diligentemente para proteger la vida, eligiendo líderes en Washington, DC y en las capitales de los estados del país para promulgar leyes a favor de la vida y tomar acciones ejecutivas que protejan la vida de las mujeres y sus hijos no nacidos, entre ellas: 

• El presidente Trump emitió la orden ejecutiva que reinstaura la política de “la Ciudad de México”, adoptada por el presidente Ronald Reagan, que requiere que las organizaciones extranjeras sin fines de lucro (ONGs) estén de acuerdo con la condición de no promover ni proveer abortos como métodos de planificación familiar si van a recibir fondos federales.
• La resolución conjunta número 43 del Congreso de la nación, que nulifica una directiva del Departamento de Salud y Servicios Humanos de la era Obama en la cual se forzaba a los estados a proveer fondos para Planned Parenthood y otras organizaciones que ejecutan abortos, dentro del programa de planificación familiar llamado Título X.
• La “Ley de protección del no nacido capaz de sentir dolor” que detiene la horrenda práctica de cegar la vida de un niño no nacido después de la semana veinte de gestación, aun cuando la ciencia médica demuestra que el bebé puede experimentar sufrimiento.
• La “Ley de protección de sobrevivientes de abortos nacidos vivos” que prohíbe que un profesional de la salud no ejerza el grado adecuado de atención en el caso de que el no nacido sobreviva a un aborto o intento de aborto.
• Millones de personas de fe esperan que el Senado de los Estados Unidos discutan estas leyes y se registre el voto donde los senadores decidan si van a proteger o no a los más inocentes entre nosotros.
• La “Ley de Pensilvania de protección del no nacido capaz de sentir dolor y la prohibición del desmembramiento”, que terminaría con los abortos tardíos después del quinto mes de embarazo en todos los territorios libres asociados.
• La prohibición de los abortos después de exámenes prenatales que revelen el Síndrome de Down en cualquier niño.